miércoles, 30 de junio de 2010

Super Salado

Cuantos de nosotros hemos tenido un día súper salado, después de planificar todo al centímetro, todo el plan termina de cabeza.
A continuación relato lo que me sucedió el sábado 26 de junio.

Ya había regresado de mi clase de tabla y estaba alistándome para salir, como todo sábado por la noche.

La intención era de ir al cine, nada complicado ni elaborado, todo iba bien, estaba en camino a recoger a Mary (mi novia) y me acordé que no tenía la tarjeta de propiedad en el auto porque la había dejado en el maletín, tenía que regresar a mi casa a recogerla ya que los policías están haciendo intervenciones a cada rato y las multas están un poco grandecitas, pero como ya estaba casi llegando a su casa pensé en recogerla de bajada.

Empiezo a regresar a mi casa para recoger el documento y como el vehículo estaba ya dando señales de necesitar aceite pare en un grifo en el camino, la estación de servicio elegida fue un Primax, el que está ubicado en el cruce de las avenidas Benavides y Caminos del Inca.

Le eché gasolina y compre la botella del aceite para el motor, la señorita que atiende la isla muestra la botella antes de abrir el sello, de ahí abre el sello y empieza a echar el contenido en el motor.

La cosa fue que mientras veo que echa el aceite también veo que entra un pedacito de la tapa de platina, casi me muero, ese pequeño pedazo puede tapar el ingreso del aceite al motor y fundirlo, la cosa es que le dije que había pasado y tratamos de sacar ese invasor del motor pero sin suerte.

Entonces como no pensaba mover el bólido hasta que me arreglaran el problema, la señorita que era la Jefe de Playa (así se llama el cargo) me dijo que lo subiera al elevador para poder abrir el depósito de aceite y sacarlo por ahí, obviamente no pensaba arrancar el auto, así que lo subimos empujando.

Con el vehículo ya sobre el elevador, lo levantan, abren la salida del aceite que está debajo del motor y sacan todo lo que había adentro, pero sin el mugroso pedazo de papel, seguramente se había quedado pegado en algún lado, no quedaba más que bajarlo y sopletearlo pero desde arriba, es decir, desde el motor.

Ahora teníamos que bajar el elevador pero este no bajaba de forma pareja, solo bajaba la parte frontal más no la parte posterior, en pocas palabras, el carro se iba de frente, por suerte nos dimos cuenta, lo enderezaron y oh sorpresa, se salió una pieza del eje trasero del elevador, esto significaba que el auto no iba a poder ser bajado.

Me amargue, despotrique, la señorita estaba que se disculpaba por todo y no quedo más que dejar lo en el grifo encima del elevador toda la noche, triste y abandonado, y regresar el domingo a las 8am para que el encargado del lubricentro lo baje.
No nos quedó más que dejarlo e ir al cine, ya con que ganas pero igual fuimos, pero primero tuve que ir a la casa a pedir el otro auto a mi mama y explicarle todo el problema.

Ya al día siguiente, me veían a mí madrugar para llegar al grifo a la hora y ver que lo bajen de la rampa, obviamente volví a quejarme por el servicio y a contar toda la historia de lo sucedido, pero como siempre el cliente tiene la razón, obtuve en respuesta un desayuno y le pusieron un cuarto de aceite adicional todo gratis.

De todas maneras hable con el administrador por teléfono, por si sucedía algo yo no me iba a hacer responsable y el señor amablemente me ofreció un cambio de aceite totalmente gratis, ya después de esto que más podía decir. Mi única preocupación era que si no se podía sacar el pedacito del papel de aluminio estaría en problemas, aún no he hablado con mi mecánico pero no tardo en hacerlo, ya le toca mantenimiento semestral al bólido azul.

Surf o no Surf, he ahi el dilema

Retrocedamos un poco en el tiempo.

Yo Siempre he tratado de hacer algún tipo de deporte, así que un buen día decidí organizar con la gente de la oficina un partido de fulbito, lo cual fue un gran error, ya que por mi exceso de peso y mi falta de ejercicio termine al día siguiente en la clínica.

Por eso digo que el deporte mata, ya que si juegas fulbito terminas golpeado o lesionado; de repente juegas squash, tenis o frontón y tienes problemas en las rodillas y en la muñeca; corres auto y terminas chocando; y así puedo ir mencionando diferentes tipos de riesgo que existen en los deportes hoy en día.

Como terminó todo? En que tuve que estar con descanso medico como 4 días, enyesado y con muletas por 2 semanas, todo esto gracias a un esguince al tobillo izquierdo, pero que le vamos a hacer, así pasan las cosas cuando a uno le tocan.

Ahora viene el otro punto importante, mi gran problema, y hay que aceptarlo, es que tengo exceso de peso y es por esta única razón que no puedo hacer deporte que requiera correr o de estar parado por mucho tiempo, lo que me lleva a evaluar las diferentes opciones de ejercicio que puedo hacer sin destrozarme los tobillos.

Una de las más difíciles decisiones que he tenido que tomar en mi vida ha sido darme cuenta que tengo un problema y tener la fuerza de voluntad necesaria para solucionarlo, como sea.

Ahora cuento con una nutricionista que me prepara la lista de cosas que puedo comer, adiós a la comida chatarra, al arroz en cantidades industriales, al chifa y a los makis que son mis favoritos.

Y lo otro que ha sido la parte más divertida, tomar clases de tabla, aunque no lo crean de Ripley y tengo fotos para probarlo, todos los sábados desde hace 2 fines de semana estoy recibiendo clases de tabla a la 1:30pm en el circuito de playas.

Quien dice que un pingüino no corre tabla? Es una experiencia increíble, tengo un súper instructor, que me tiene un monto de paciencia y ahora estoy a punto de comprarme un wetsuit, ya que los que son talla XL no abundan.

Ahora ya sufrí las consecuencias de la inexperiencia en el tema, las caídas y los golpes han ido de diestra a siniestra, pero al final la recompensa es más grande.

El deporte es un riesgo, el deporte puede matarte, pero como todo en la vida, el que no arriesga no gana y que mejor elección que un deporte diferente que nunca pensé en hacer.

Nos vemos en Makaha.