Hace unos meses, como muchos ya saben, tuve que ser operado, la razón directa fue por una hernia lumbar. Mi periplo duro dos semanas, fueron dos semanas en las que estuve internado en la clínica San Borja y luego tres semanas en casa con descanso medico total.
Yo entre a emergencia el día sábado 4 de Octubre por un adormecimiento parcial de la pierna derecha, era tal el dolor que incluso parecía que la pierna simplemente no quería funcionar, no me quería hacer caso. En emergencia trataron de controlar el dolor y a las 6pm me dieron de alta pero basto bajarme de la camilla para recaer nuevamente. Es ahí cuando las cosas se ponen serias y vienen varios médicos a evaluarme, una de las doctoras fue la que me dijo "tenemos que hacerte una resonancia magnética pero el lunes, ¿quieres ir a tu casa o te internamos?", a las 3am me estaban subiendo al cuarto.
Ese domingo fueron las elecciones municipales a las que por obvias razones no pude asistir, me la pase todo el día en cama sin poderme mover mucho, y así fueron los siguientes días, estar casi inútil en la cama de la clínica, viendo televisión o con la laptop, el servicio de WiFi de la clínica es bien lento pero que se le va a hacer. Lo más difícil era ir al baño porque obviamente no podía ir físicamente así que tenía que pedir ayuda a las enfermeras para que me den una empujadita, la idea era ponerme de lado para el numero 1, y ni que decir de cuando tocaba la hora de aseo, demasiado vergonzoso que te vean las enfermeras. El primer día que llegaron a eso de las 11 de la mañana y me dijeron que venían a asearme y a cambiar las sabanas, ¿cómo iban a cambiar las sabanas y a lavarme encima de la cama?, fue impresionante ver lo que pueden hacer estas señoritas, tienen unas técnicas para hacer las cosas que me dejaron con la boca abierta, el roche fue antes de que empiecen a hacer todas esas maromas porque cuando me dijeron para el aseo yo pensaba que iba a ser en el cuerpo visible sin tocar las partes privadas pero no, acá se ganaban con todo, al tercer día ya no tenía secretos para ninguno de los turnos de las enfermeras.
Dejando de lado el roche del aseo, el día martes 7 fue el día en que hicieron la resonancia magnética a primera hora, luego de 45 minutos de estar inmóvil salieron las imágenes y el medico en primera me dijo que tenía que operar, que no había otra alternativa y que cuanto antes mejor, caballero tuve que hacer tripas corazón y recibir el diagnostico sin más, el doctor fue muy real al explicarme y es gracias a el que estoy operativo hoy día. Su explicación fue sincera y natural con algunos términos médicos que no se pueden evitar pero te da la confianza necesaria para que veas que no te vas a quedar frio en la tabla y que vas a poder salir con movilidad completa, esa era la parte más importante, no terminar con algún tipo de parálisis, ese era el temor que teníamos en el momento de firmar la autorización de la operación.
Tema aparte, como tenía el azúcar por los cielos, no podían operar hasta que bajara la cifra, entre a la clínica con 200 de azúcar y con 107 kilos de peso, era algo que tenía que mejorar para poder entrar al quirófano y esos números bajaron en los primeros 7 días de internamiento. Dejando de lado los días siguientes llenos de calmantes, suero y comida de dieta, llego el día de la operación, tuvo que pasar más de una semana para poder tener luz verde y con el procedimiento aprobado por la EPS para poder entrar a la sala, el proceso de auditoría de la EPS tenía como plazo tope de 72 horas de investigación así que solo me quedaba esperar a que llegara la ampliación.
El día martes 14 cerca de las 2pm estaba siendo transferido a la sala de operaciones, era la primera vez que entraba a una sala de esas, nunca he sido operado de nada en mi vida así que estaba de lo más loro con la gente, le hablaba a las enfermeras y al médico que iba a asistir al médico principal, llamado en broma por ellos como Sensei, imagino que será por lo experto. Preguntaba de todo, de los equipos, de las luces, de la ropa, de si ponían música durante la operación como en las series de televisión y me preguntaron que música me gustaba, todo estuvo genial, te hacen sentir como en casa, la tranquilidad se siente en el ambiente. Cuando veo sobre la mesa de operaciones que habían unas gomas con la forma del cuerpo, en teoría me tenían que dar la vuelta porque la operación es conmigo boca abajo, nunca supe como lograron hacerlo porque todas las enfermeras en pequeñas y delgadas y yo con mi peso podría haber matado a cualquiera si les caía encima, no me entere de como hicieron. Lo más gracioso fue cuando llego la anestesista y me dijo que me iba a preparar el mejor pisco sour doble del mercado y yo le dije que no podía tomar alcohol porque tengo gota, entre risas y bromas me pone la intravenosa e inyecta el suero con la anestesia local, luego empiezan a dar las indicaciones de los materiales a utilizar y dicen que me iban a entubar y yo dije "what??" y mientras ponen los tubos a mi lado se me fue la luz, perdí noción del tiempo, apagaron mi CPU y no supe nada mas como hasta las 7:30pm.
Eran las 7:30pm cuando abro los ojos, aún estaba entubado y no podía hablar así que mediante movimientos y gemidos llame a la enfermera de recuperación para que me quitaran el tubo de la boca, me colocan el oxígeno y controlan mis signos vitales en la pantalla de mi derecha, ese aparato tal cual sale en la televisión, con el sonidito del pulso y la línea que va dibujando las curvas por cada latido. La señorita me dice que me calme y que me relaje, como si fuera fácil con un tubo en la boca. Luego que lo retiran vienen a hacer los controles post operatorios, ven si estoy bien, si recuerdo donde estoy y si no me siento mareado y preguntas de esas, yo solo quiero salir de ahí para que me vea mi familia y me lleven al cuarto, nuevo problema, según las normas de la clínica mientras no haga pis no salgo de recuperación, tenía como 3 litros de suero en el sistema y tenía que limpiarlo, ¿cómo le dices a la vejiga que haga su trabajo si aún estaba medio anestesiado? la vejiga no hacía caso, así pasaron casi dos horas y nada y como ya estaba aburrido pregunte por otras opciones, luego me arrepentí por preguntar, la forma como te ayudan es más dolorosa que no tengo palabras para explicarlo, solo sientes un ardor horrible y vamos a dejarlo ahí nomas.
9:30pm ya estaban llevándome al cuarto, mi familia ya no estaba porque el doctor les dijo que se fueran a casa porque no tenía sentido esperarme afuera, la recuperación podría demorar muchas horas, dicho y hecho, estaba solo nuevamente en mi habitación de este hotel de cinco estrellas llamada clínica, que le iba a hacer, no me quedaba otra, a ver televisión nomas, al día siguiente empezaba mi terapia de recuperación. El miércoles siguiente me la pase en cama todo el día, vinieron varios médicos a verme, el endocrinólogo y el neurólogo pasaron a ver cómo iban los números y la herida, hasta ahí todo genial, el jueves tocaba pararme si o si.
Pararse luego de una operación y con menos de 48 horas fue un nuevo reto, no pensaba que fuera posible, te obligan a hacerlo, no tienes más opción, el jueves a las 11am antes del aseo y el cambio de sabanas tenía que estar de pie. Dos enfermeras de las conocidas pasaron a ayudarme, me explicaron como tenía que hacer para pararme, como apoyarme y utilizar los brazos, no podía usar la espalda para darme impulso, obvio porque se saltan los puntos, así que a moverme de otras formas. Cuando ya estuve nuevamente sentado y medio mareado me dieron unos minutos para descansar, luego una de las enfermeras se pone delante mío y la otra atrás, la de adelante era pequeña y menuda, si perdía el equilibrio y me iba al suelo le rompía algo, ella me decía que no, me agarra de los brazos de una forma que te da una seguridad bárbara, la otra enfermera por detrás empieza a empujarte, luego de un par de minutos ya estaba de pie tratando de caminar un par de pasos, fue genial, 10 minutos luego de hacer estiramientos estaba nuevamente en cama descansando, el aseo fue de lo más relajante.
El domingo siguiente ya estaban dándome de alta, con mis medicinas para controlar los dolores y listo para irme a casa, agradeciendo a las enfermeras por la atención y al doctor que me opero, era obvio que iba a tener que visitarlo seguido en las siguientes semanas pero no hay mayor alegría que salir al mundo luego de 2 semanas de internamiento, lo feo es cuando pagas la cuenta por todo el servicio, gracias una vez más a la EPS solo pagamos el 15 por ciento de todo, la operación costo en su totalidad algo de 18 mil soles así que hagan números y verán que tan pobre salí de la clínica.
Las siguientes tres semanas fueron de descanso y recuperación en casa, algo difícil con una bebé de poco más de un año dando vueltas por todos lados, cuidadora y jugando con ella, dentro de lo posible claro, difícil pero no imposible.
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