A todos los que tenemos personal a nuestro cargo (mentira), tarde o temprano nos enfrentamos a un problema común y corriente, que es perder a un asistente.
Es muy lamentable pasar por este episodio, tener que dejar ir a alguien porque no tienes más alternativa, saber que ya ha tomado su decisión y que no hay vuelta atrás, pero a veces tienes suerte y puedes negociar. Sin embargo, la mayoría de veces es casi imposible lograr cambiar una decisión de este tipo, peor aún si esta persona tiene ya un compromiso con algún otro empleador.
Un punto que es muy importante, y a la vez triste, es que la persona que abandona el equipo se lleva un montón de cosas que no pueden quedarse atrás; esto es: el conocimiento aprendido y la experiencia ganada, dos puntos elementales dentro de cualquier equipo de trabajo.
La siguiente complicación, y creo yo que esto es lo más difícil de todo, es tener que buscar a una nueva persona que sea idónea para cubrir el espacio dejado, y no es porque no haya gente muy bien preparada y con experiencia en el mercado laboral que pueda cubrir la plaza, es porque hay que dedicarle tiempo, hasta que aprenda lo mínimo necesario para que pueda desenvolverse con facilidad, estar siempre atento, preparado para la lluvia de preguntas de cómo funciona todo, tener cuidado de que no cometa errores que puedan tener consecuencias en el futuro, más aún si se trata de un analista programador, que como en cualquier especialidad, no todos sabemos todo, vamos aprendiendo en el camino.
La parte más larga es la selección de la terna, porque hay que publicar los anuncios en los diferentes institutos y universidades, esperar a que envíen los currículum, leerlos, catalogarlos, empezar a hacer las llamadas telefónicas citándolos para una entrevista, hacer la entrevista tratando de explicar todo lo más claro posible, siempre dejando las cartas sobre la mesa para evitar malos entendidos y al final quedarte con 3 personas que podrían ser las más adecuadas, para luego pasarle la posta al área de recursos humanos y que se encargue de lo que sigue, por suerte a mi no me toca negociar el salario.
Una vez que tienes al elegido, solo tienes que decirle cuando empieza y recibirlo con los brazos abiertos y con toda la paciencia del mundo llevarlo por el camino de la luz y siempre evitando que se pase al lado oscuro de la fuerza, y, con suerte, puedes llegar a tener un nuevo gran integrante dentro del equipo.
Es difícil cuando se van, pero es más difícil tener que despedirlos. Especialmente si sabes que tú mismo vas a tener que cubrir sus funciones hasta que logres encontrar a alguien que tenga la capacidad de aprender todos los procesos necesarios. Es una pesadilla. Pero si tienen que irse por incompetentes (que lo he visto) pues tienen que irse.
ResponderEliminarMmm... blog nuevo. Suerte encontrando aquel nuevo asistente... sin duda siempre las personas que conocemos y luego se van, se llevan algo y tb nos dejan mucho.
ResponderEliminarInteresante tu blog, me parece divertido te felicito un fuerte abrazo Giancarlo
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