Una decisión de Peso

En un post anterior comenté que estaba con exceso de peso y que por esa razón había decidido empezar a hacer deporte, elegí correr tabla, pero esa no ha sido la única decisión importante que he tomado en los últimos 2 meses.

Otra cosa que evalué en ese momento fue ver en qué forma podía bajar de peso, sin muchos sacrificios ni cosas raras, en una reunión que tuve con unos amigos del cole por un cumpleaños (gracias Lucia) conocí a quien se ha convertido en mi nutricionista, Susana, una excelente persona A1, llena de energía que contagiaría a cualquiera. Ella es quien ha logrado que hasta ahora tenga 8 kilos menos y que ha tenido una paciencia de santa conmigo.

Este tratamiento empezó a fines del mes de Junio y ya van 7 semanas con la semana actual. Han sido en promedio 1.5 kilos por semana pero la semana ante pasada que fueron las Fiestas Patrias no ha sido tan sacrificada, por eso solo han sido 6 semanas las de la dieta.

Cada semana, todos los miércoles, tengo mi control de peso como si fuera el evento del año, debo pasar por la balanza. Empecé el tratamiento con 101.1 kilos (nunca había pasado de las 3 cifras, que horror…) cuando debería tener unos 75 kilos aproximadamente por mi estatura, es decir, unos 26 kilos de más, pero me he puesto como meta la de bajar 20 para empezar y estar listo indirectamente para el matrimonio.

El tratamiento ha sido difícil pero no imposible, si uno no le pone fuerza de voluntad es lo mismo que nada, la idea es no matarse de hambre pero aprender a combinar los componentes de una buena comida, dejando de lado obviamente las harinas.

En resumen he tenido que hacer algunos sacrificios, quitando los dulces (todos), el arroz (adiós makis), las papas fritas, pastas, bembos, canchita en el cine, gaseosas y mejor no sigo diciendo nada mas porque me da hambre. Todo eso ha sido reemplazado por verduras (verdes mas que todo), frutas (de agua), pescado y pollo.

Obviamente si uno come ensalada de verduras y le ponen mayonesa o una de esas salsas tipo french, mejor es comer un sanguchon campesino o una bembos, si es fruta, no vale comer fresas, mango, chirimoya, plátano o uvas, es lo mismo que nada, hay que saber cuales son las frutas y verduras que valen.

Hasta ahora llevo 8 kilos menos desde que empecé, en matemática simple 101.1 – 8 = 93.1, pero aún falta, así que hay que darle duro y parejo nomas para llegar a la meta de fines de octubre, sino no entra el terno.

Pero si no bajan lo que deben durante la semana, no se sientan mal, no siempre uno puede perder entre un kilo y un kilo y medio, no se desilusionen, mientras se baje aunque sea 500 gramos, vale. No pierdan las esperanzas!!!!