Este pasado 9 de Febrero cumplí 38 añitos, casi media vida, casi, porque no sé cuántos años más estaré por acá, pero mientras tanto seguiré haciendo las cosas que más me gustan, eso está por descartado.
La cosa es que este cumpleaños fue muy diferente a los de siempre, esta vez no hice una reunión en casa o en algún local el mismo día o el fin de semana más cercano, nada de eso, esta vez nos revelamos y nos fuimos fuera de Lima, y como así fue que sucedió? Mi súper pata GianCa me dijo que quería salir de Lima por el fin de semana con su señora y su hija, pero no fue porque iba a ser mi cumple sino porque solo querían salir a relajarse, entonces Mary y yo nos abonamos al viaje, pedí permiso para no trabajar el sábado y nos fuimos hacia el norte chico, la idea era quedarnos en Huacho.
Ese sábado salimos temprano, diría que para las 10am ya estábamos saliendo de su casa, porque nosotros salimos de la nuestra a las 9am, ellos aún no se habían percatado que era mi cumplemenos y decidimos no decir nada para ver qué pasaba. Ya en la carretera mi teléfono no dejaba de sonar, cada cierto tramo sonaba uno o el otro, llegaba un mensaje o un correo, ya en ese momento se dio cuenta y me dijeron que habían organizado el viaje por mi cumplemenos, que casualidad de la vida chico.
La ruta no duro mucho, creo que hicimos buen tiempo y llegamos pasada la 1 como para almorzar, Gian sabía de un lugar donde cocinaban algunos platos típicos de la cosa, bueno bonito y no tan barato, se llama "El Rosal", pero valió la pena, el tacú tacú con filete de pescado estuvo muy bueno y el caldo de gallina de la señora esposa no se quedaba atrás. Ya después del suculento almuerzo nos pusimos a buscar hospedaje, vimos un par de opciones pero no eran muy convincentes.
Manejando con algunas indicaciones de los lugareños llegamos a una especie de casa hacienda, con piscina, áreas verdes, algunos animalitos y un montón de zancudos, el lugar muy agradable y 100% recomendado, se llama Casablanca, así como la película, mismo nombre. No teníamos reserva pero tuvimos suerte porque eran los dos últimos cuartos que quedaban, podría decirse que estaban esperándonos.
Para la cena decidimos salir a ver que encontrábamos, resulta que Huacho tiene su propio LarcoMar, bastante parecido al de Lima, con vista al mar, bastantes tiendas y restaurantes, un cine UVK y un Plaza Vea. En la zona de comidas nos tomamos un chilcano y comimos algunas piqueos, compramos algunas cosas en Plaza Vea por si acaso y nos regresamos al hospedaje. Como el clima aun esta tibio aprovechamos la piscina como hasta las 11pm.
El calor estuvo horroroso, no importa cuántas veces te bañaras igual terminabas sudando a la hora de secarte y en la noche la temperatura no dejaba dormir bien, con ventilador y todo pero igual complicado, y ni para abrir las ventanas porque íbamos a terminar picoteados hasta por gusto. Aproveche el cable y me quede viendo Transformers 3 hasta tarde.
A la mañana siguiente, nos tocó el desayuno, nada malo, huevos revueltos, jugo de papaya y su cafecito más, estaba la versión huachana pero se veía demasiado power como para un desayuno sin consecuencias. Como teníamos el checkout para las 12, nos quedamos en la piscina hasta las 11:30am aproximadamente para poder después preparar todo para salir con tiempo y pagar las cuentas.
De vuelta en el camino a GianCa se le había ocurrido almorzar en Huaral, en un restaurante recomendado y que había participado en Mistura con su plato de bandera que era el Chancho al Palo, estuvo alucinante, los platos eran gigantescos, y de cortesía te invitan carapulcra con arroz, ya con esa entrada terminamos llenos antes de que lleguen los platos fuertes, hubo demostración de Caballos de Paso que bailaban marinera, impresionante, ya no había lugar para el postre, si les interesa el lugar se llama "El Rancho de Robertin".
Salimos de ahí como a las 3:30pm ya para volver a la ruta y llegar a la casa pasadas las 6pm, un paseo no planificado, divertido, fuera de lo común, agradezco a mi pata Gian por todo el sacrificio de llevarnos y traernos. Es un destino muy recomendado para salir de la vida cotidiana, un lugar no muy lejos, casi como ir hacia Cañete, buen clima, buenas personas y buena comida.
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