jueves, 9 de septiembre de 2010

Cusco por primera vez

Al fin logro publicar este artículo, lo empecé a escribir junto con algunos otros hace tiempo, pero por cosas del trabajo y la escasez de tiempo no lo había terminado hasta hoy. Para que tengan una idea, este viaje fue hecho en el mes de Marzo y ya estamos en Setiembre.

Todo empezó cuando salio la promoción de los pasajes, poder ir a Cusco por solo 45$ (ida y vuelta con LAN) como que era “la oferta“ y no la podía dejar pasar, fue por eso que sin dudarlo dos veces compre los boletos por Internet, el problema era que mi tarjeta de crédito VISA no pasaba, llame por teléfono y la señorita amablemente me informo que la tarjeta no estaba inscrita en no se que servicio, no me quedo mas que hacer la reserva y volar literalmente a un Plaza Vea a hacer el pago, al final salio casi 300 soles ida y vuelta, nada mal.

Reserve el viaje para el último fin de semana de Marzo, así que había tiempo suficiente para no preocuparse, pero como era la primera vez que iba a viajar a la ciudad imperial, tenia que hacer un poco de investigación, gracias a dos amigas muy pero muy queridas (Mayi y Clara, muchas gracias) que viajan continuamente a Cusco, logre reunir todos los tips necesarios, fue por ellas que conseguí un hospedaje 3B (bueno, bonito y barato), 100% recomendable, se llama Pirwa y creo que tiene 4 locales, nosotros fuimos al Pirwa Familiar que queda muy cerca de San Blas, una zona muy pintoresca a unas 4 cuadras de la Plaza de Armas, solo se tiene que hacer la transferencia del 100% del costo, esto salio por 20$ la noche incluyendo desayuno, mejor aún, nos recogían del aeropuerto.

Un punto adicional muy importante es que yo solo había pensado tomar este viaje para vacaciones pero algunas amistades me dijeron que podía aprovecharlo para pedir la mano en matrimonio, algo fuera de lo común y muy interesante, así que decidí que era la oportunidad perfecta (gracias Maryu por tu gran idea), las preparaciones de la pedida, anillo y lo demás ya se las contare después.

La travesía empezó el miércoles 24 de Marzo, era hora de hacer maletas, el vuelo partía a las 5:20am así que teníamos que estar en el aeropuerto por lo menos 2 horas antes, recogí a Mary (ahora mi novia) a eso de las 11pm del 23 y estuvimos en mi casa para terminar con el armado del equipaje, ya había pedido un taxi para las 2:30am así que mientras yo terminaba unos temas en la compu ella dormía hasta la hora pactada.

El taxi súper puntual nos recogió y nos llevo al aeropuerto en 35 minutos y como ya había hecho el Check-In por Internet solo era necesario dejar las maletas para que las pongan en la bodega del avión, y mientras esperábamos la hora del embarque, tomamos un desayuno en el StarBucks. Obviamente antes de entrar a la zona de embarque tienes que pagar los impuestos de vuelo nacional, 6$ por persona, y pasar por la revisión del equipaje de mano y de todo lo demás que llevas en los bolsillos, con decir que me hicieron quitar hasta la correa antes de pasar por el detector de metales.

Después de eso venia la espera antes del embarque, llaman a los pasajeros en bloque por orden de asiento y como nos tocaba casi al final del avión entramos casi últimos. El vuelo estuvo muy bien, nada de turbulencia ni de maniobras radicales, llegamos a Cusco en 50 minutos, lo único malo fue que cuando averigüé como estaba el clima, nos dijeron que hacia un poco de frío por la noche y sol en el día, la cosa fue que llegamos y estaba lloviendo, y nosotros felices con manga corta, así que a buscar las maletas y a sacar lo primero que encontramos que pudiera servir de abrigo, por suerte la movilidad del hospedaje ya nos estaba esperando para llevarnos al lugar donde nos estaríamos quedando.

Ese primer día (25 de Marzo), nos quedamos en el hospedaje toda la mañana, porque nos habían recomendado que para evitar el soroche (mal de altura) era bueno descansar un poco, por eso recién salimos a dar una vuelta a la hora de almuerzo, bajamos hacia la plaza de armas en busca de un lugar para poder alimentarnos, me habían recomendado un restaurancillo ubicado a media cuadra de la plaza de armas llamado “Ama Lur”, menú de 10 soles que incluía entrada, sopa y segundo con tu vaso de jugo, era tal cual cocina de casa, bien rico y bien servido.

Luego del almuerzo fuimos a la municipalidad a comprar el boleto turístico, porque sin eso no entras a ninguna parte, incluye todos los ingresos a las zonas arqueológicas y algunos museos, nos costo 40 soles, usualmente cuesta 70 soles para peruanos, pero estaban de promoción, y ya que me habían dicho que Sacsayhuamán quedaba cerquita nomás, pensé que podríamos llegar a pie, error garrafal, el cerquita nomás es falso, tienes que trepar no se cuantos escalones para llegar a la entrada, donde hay mas escalones todavía, habían pasado como 2 horas y no estábamos ni a la mitad, con las justas llegue a la Iglesia de San Cristóbal (que la estaban reparando), así que de ahí un taxi que por 3 soles nos dejo en la puerta de Sacsayhuamán, entramos y como siempre se te pegan los guías que te dicen que por una propina te muestran todo.

Decidimos entrar por nuestra cuenta, como dicen, solo vas a ver piedras y nada más, sin guía ni nada, el lugar estaba desierto, así que pudimos tomar fotos sin que ningún extra apareciera en ellas, todo para nosotros. Mientras fuimos avanzando se nos acerco un guía, nos explico un par de cosas y como que nos pareció buena persona (después verán que ya no tanto) dejamos que nos llevara, nos explico todo lo que había, las estructuras de piedra con forma de animales, el origen de las piedras, incluso habían fósiles marinos en algunas de ellas, mejor aún teníamos música en vivo, porque resulto el guía tocaba en un grupo, que escribía música así que lo teníamos tocando la quena todo el rato y de pasadita nos vendió un CD (15 soles). El recorrido nos tomo como 2 horas, muy detallado, bien armado, hasta ahí ninguna queja.

Salimos de Sacsayhuamán casi a las 7pm, empezamos a bajar a pie, paramos a comprar unos guantes y un chullo porque ya hacia frío, después nos enteramos que por la noche la temperatura bajaba hasta casi -5 grados. El guía nos acompaño todo el camino, incluso nos llevo a la calle donde estaba la piedra de 12 ángulos, que no se puede tocar, pero al menos una foto si te dejan sacar. De ahí llegamos hasta el BCP porque obviamente no teníamos efectivo suficiente para pagarle todo el recorrido, al final le dimos 40 soles (que incluía el CD) y quedamos para que el sábado nos llevara al resto de lugares cercanos pero a caballo (Kenko, Puca Pukará y Tampumachay), la idea me pareció genial.

Ya por la noche del primer día de regreso al hospedaje, estaba tan cansado y con hambre, típica situación en mi, así que preguntamos donde podríamos comer algo ligero, el que estaba en la recepción nos dijo que a un par de cuadras había una panadería, así que fuimos caminando, pero ya estaba cerrada, así que bajamos un poco mas y entramos a un lugar llamado Jack’s Café, lleno de extranjeros, pedí una sopa de verduras y Mary pidió un pan con pollo con champiñones y queso, todo estaba delicioso y como nunca terminamos repletos, el gasto de la comida fue de 40 soles, nada mal hasta ahora.

Al día siguiente (26 de Marzo) ya nos tocaba un paseo mas largo, así que fuimos hacia el Valle Sagrado, tomamos el tour con el grupo del hospedaje, así que nos llevaron caminando hacia donde estaba el bus que salía, en teoría a las 9am, pero que cuando llegamos ya no estaba, así que nos hizo caminar de un lado a otro tratando de alcanzarlo en los otros puntos de recojo. Después de tantas vueltas llegamos casi donde empezamos pero lo alcanzamos, nos toco un grupo mixto (inglés – español) muy simpático, y por todo el trote que nos hizo hacer nos dio un descuento de 10 soles, en resumen, pagamos 70 soles por todo.

En el camino paramos a tomar Mate de Coca, y a comprar algunas cosas para el camino, sobretodo agua, en el bus me encontré con un compañero de estudios de la UPC, y ya nos juntamos con el y su pareja. Quien diría que el Nextel llegara a estos lugares, un problema en la oficina me tuvo pegado al teléfono como por 2 horas de camino, se logró solucionar pero me malogro un poco el paseo.

Este tour incluía 3 lugares, el primero en visitar fue Pisaq, ahí empezó la primera subida, las ruinas están, como la gran mayoría, sobre un cerro, entonces no te queda mas que trepar escaleras, o algún otro camino, pero siempre hacia arriba. Corría un viento que te llevaba si es que no estabas bien parado, por suerte para mi eso no era problema. Ahí estuvimos unos 50 minutos, te explican en 25 todo lo que hay en el lugar y después te dan unos 20 minutos más para que vayas a dar una vuelta y tomes todas las fotos que quieras o que puedas. Una vez más se demostró que el Nextel llega a los lugares menos esperados, en esta ocasión le toco a Mary resolver un problema de su oficina.

De vuelta al bus, ya nos tocaba ir a almorzar, así que nos llevaron a un restaurante con bufete por 20 solcitos, obviamente uno se desbanda en estos casos, ya el problema viene después porque tienes que seguir trepando ruinas. Nos hicimos amigos de una pareja de australianos, una buena oportunidad de practicar el inglés, y ya con ellos íbamos de un lado a otro.

La tercera parada del recorrido era Ollantaytambo, acá si la cosa estaba brava, los peldaños eran demasiado altos y tuvimos que utilizar un gran esfuerzo para llegar hasta arriba, ahí reclame la instalación de escaleras mecánicas o de un funicular, porque la verdad es que fue matador. La subida lo haces en tres partes, porque tienes que parar cada 4 andenes a descansar y tomar aire, sino ahí quedas. Ya llegando a la parte más alta nuevamente vienen los 20 minutos libres para las fotos, ahí tienes lugares espectaculares para fotografiar, incluso hay un camino lateral, el cual tomamos, por donde también puedes bajar, ese lado fue más sencillo que el otro.

Ya de regreso en el bus estaba más muerto de vivo, pero aún no había terminado el recorrido, ahí nomás ya eran como las 5pm y nos faltaba parar en un lugar más. Este lugar es Chincheros, donde hay talleres de confección textil artesanal, me quede sorprendido con la explicación de cómo tiñen la lana para lograr los colores, todo es natural, no usan ningún producto químico, los colores los sacan mezclando plantas o usando animales como la chinchilla, mas impresionante aun fue que la chiquilla que te explica todo el proceso habla castellano, quechua e inglés y cambia de idioma como si nada. Nuevamente en esta parte tienes unos 20 minutos más para las fotos y para comprar algo de recuerdo, obviamente productos textiles de lana o alpaca.

Ya de regreso en el bus, la gente estaba muerta de cansancio, estuvimos de regreso en Cusco a eso de las 8pm, nuevamente con hambre, que novedad, así que fuimos nuevamente a Jack’s Café para una sopita y un pan con pollo, pero esta vez fuimos con mi compañero de la UPC y su pareja, allá ya nos encontramos con los australianos.

Tercer día (27 de Marzo) nos tocaba el tour a caballo, ahí empezó el problema, nos fueron a recoger y nos llevaron donde están los caballos de alquiler, la gracia nos costo otros 70 soles por los dos, emocionado pensando que iba a ser una súper experiencia, pero la cosa no era así, una vez con los caballos te hacen subir por el campo hacia las ruinas, el paisaje era increíble, pero manejar un caballo y encima en subida, como que no era nada fácil, ahí pensé que seria mas fácil manejarlo con un teclado, pero no me quedo mas que seguir con lo que había.

Con el caballo te llevan a un paradero donde te hacen bajar y te dicen que tienes que tomar una combi para que te lleven a las ruinas (Puka Pukará y Tampumachay) ya que el caballo no llega hasta allá, ahí nomás ya me empecé a molestar, había pagado por un recorrido completo y te dejaban a la mitad. En fin, tomas tu combi por un sol y te dejan en la puerta de la ruina, la primera era Tampumachay, un lugar pequeño con una caída de agua, entramos sin guía, así que nos tomamos todo el tiempo que quisiéramos, incluso subimos y sacamos fotos desde ángulos que nadie mas utilizaba.

Salimos y caminamos hacia la ruina que estaba en frente que era Puka Pukará, igualmente entramos sin guía y nos tomamos nuestro tiempo, una vez mas quedo demostrado que el Nextel llega a todas partes. Esta ruina era un poco más pequeña que las demás.

Salimos de ahí y ya afuera nos esperaba el dueño de los caballos para llevarnos camino abajo hacia Kenko, donde tampoco llegan los caballos, te deja en un lugar donde tomas un taxi que te lleva, ahí ya nos estaba esperando el guía que tuvimos en Sacsayhuamán, con unos tragos de más, y con su hermano, que era el dueño del taxi y también era guía, fue el quien nos llevo a Kenko y nos dio la explicación.

De ahí nos llevaron hacia la plaza de armas y nos dejaron cerca del hospedaje, no quería ir más allá con ellos, a pesar de que nos ofrecieron llevarnos a almorzar a un lugar que ellos conocían, incluso el guía que nos mostró Kenko nos dijo para llevarnos el domingo al Valle Sur (Tipón, Pikillacta y Andahuaylillas), acepte porque bueno, ya no nos quedaba mucho tiempo.

Nuevamente en la plaza de armas fuimos a almorzar donde “Ama Lur” y de ahí nos toco la tarde libre para hacer compras, así que fuimos por la avenida el Sol rumbo hacia el mercado indio, pasamos primero por Coricancha y nos hubiera encantado entrar al Convento de Santo Domingo, pero llegamos tarde y ya no atendían. Seguimos bajando y encontramos el mercado, queda al final de la avenida el Sol y tienen de todo, ahí compramos los regalos y los recuerdos para toda la familia. Eran como las 7pm cuando salimos de ahí, y ya me estaba doliendo la cabeza, habíamos quedado en juntarnos con mi amigo de la UPC para comer en la noche pero al final no se concretó.

Llegando al hospedaje, ya con la cabeza que me mataba, mas por la renegada de la mañana, el sol que había hecho durante la mañana y el paseo a caballo, estaba muerto, Mary me preparo un mate y con eso quede privado, se suponía que íbamos a salir a comer con mi amigo y su pareja, pero para cuando desperté ya eran como las 2am. Los planes se habían visto truncados, mas aun porque había preparado algo especial para esa cena, pero así pasan las cosas cuando suceden.

Para que sepan, los planes eran pedir a Mary en matrimonio esa noche en un restaurante que me habían recomendado. Al final tuve que ingeniármelas al día siguiente y logre hacer mi solicitud de matrimonio durante el desayuno (en la habitación – mínimo).

Ya este era cuarto y último día (28 de Marzo) y nos fue a recoger el guía de Kenko para llevarnos al Valle Sur, estábamos bajando en el taxi cuando le pregunte cuanto iba a costar el paseo y me dijo 150 soles, ahí me amargue peor, le dije muy amablemente que no gracias, que era nuestro último día en Cusco y que no contábamos con tanto efectivo, entonces nos rebajo a 100 soles, no acepte, le pedí que nos dejara en la plaza de armas, que íbamos a buscar algo mas económico, nos dejo y nos cobro la espera, la carrera de bajada y la carrera del día anterior, 20 soles, ya le pague nomás para deshacerme de el y evitarme mas malasangres.

Nuevamente en la plaza de armas, ahora nos tocaba buscar un tour hacia el sur, suerte la nuestra, nos encontramos con el chico que nos había llevado al Valle Sagrado y nos encontró un grupo que salía hacia el sur, pero al final no había sitio y el otro bus había salido mas temprano. Por ahí nos escuchó otro señor (un taxista) y nos dijo que el podía llevarnos y alcanzar al bus que había ya salido, ese tour costaba 60 soles y el nos cobraba 5 soles por hacernos llegar al bus, lo tomamos, al final al taxi no le salio a cuenta, porque ya estábamos fuera de Cusco cuando lo logro alcanzar.

Este grupo si fue en castellano total, el guía era muy gracioso porque no se le entendía la mitad de las cosas que decía, nos llevo primero a Andahuaylillas donde esta la Capilla Sixtina de Latinoamérica, una capilla que esta pintada de piso a techo y esta en restauración, un lugar verdaderamente increíble.

La siguiente parada fue Pikillacta, un lugar súper grande, lleno de habitaciones a medio construir o en este caso a medio destruir por el paso del tiempo, estuvo simpático, este lugar es donde todos los conquistados eran enviados y eran los especialistas en la construcción de carreteras.

La última parada del viaje era Tipón, el lugar donde encuentras el agua de la vida, nuevamente a trepar, este lugar está bien alto, llegas por trocha porque no hay pista asfaltada y cuando llegas tienes que subir a pie un poco mas, así que nuevamente termine muerto, y como acá no tenía agua, termine tomando el agua de la vida, hacia tanto calor que termine metido en una cascada, veremos si resulta, quien sabe.

Ya de vuelta en la ciudad, el último almuerzo antes de volver al aeropuerto, ya fue algo rápido, porque teníamos que empacar todo de nuevo, fuimos con 2 maletas y regresamos con 3, por suerte el peso aun estaba dentro de los limites. El vuelo salio a las 5:20 pm pero en el aeropuerto nos ofrecieron tomar el vuelo anterior, porque aun había espacio, así que lo tomamos. Lo gracioso es que el vuelo que originalmente nos tocaba llego a Lima antes que el que salio de Cusco antes. Lo malo del vuelo de regreso es que si fue bastante movido, en este si hubo mucha turbulencia y cuando llegamos tuvimos que esperar como 20 minutos dentro del avión. Cosas que pasan y no se sabe porque.

No he podido detallar todo lo que vimos, comimos y caminamos, sería un artículo demasiado largo pero si puedo decir que es un lugar mágico, lleno de energía y que su gente es lo máximo.

Cada ruina es más impresionante que la anterior, pero cada una es diferente, si no es la forma, es la distribución interna, el uso de diferentes piedras o la razón por las que fueron construidas. La gente que vivió en el pasado en estas ciudades eran llamados Quechuas y eran gobernados por un Inca, y lo mejor de todo, es que sus estructuras siguen en pie, a pesar del mal tiempo, las lluvias, los temblores y si el INC sigue haciendo un buen trabajo van a seguir ahí por mucho tiempo más.

Aun falta mucho por conocer, y según dicen, para conocer todo Cusco necesitas por lo menos un mes, Machu Pichu estuvo lamentablemente cerrado durante nuestro viaje, pero fue abierto una semana después, mala suerte, ya será para nuestra próxima visita.

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