La chancha fue una perrita que tuvimos en casa con mi mama, era un Shit-Zhu (si es que así se escribe) a la que llamamos Scarlett por Scarlett O'Hara del personaje de Lo Que El Viento Se Llevo. Ella nos acompaño por casi 14 años (mas o menos) desde que vivíamos por el Trigal en una casa alquilada. Obviamente no fue nuestro primer perro pero si el que tuvimos por mas tiempo.
La chancha (como le decíamos de cariño) era una bola de pelo con dos filas de dientes, mismo tiburón, ya que nunca perdió los dientes de leche y detrás salieron los de hueso (esa era la teoría) y que cuando estaba echada en el suelo boca abajo por el calor del día parecía un felpudo con patas.
Era la engreída de la casa, tanto así que dormía con mi mama en su cama y siempre estaba detrás de ella de un lado a otro. Era buen pobre porque comía de todo, desde pan con mantequilla (nunca vacío) hasta helado y gelatina, el único problema era que no comía sola, tenias que darle en la boca y así fue toda la vida. Era tan mosca que cuando escuchaba que se abría una envoltura de algo corría desde donde estuviera para gorrear lo que podía, galletas, chocolates, gomas, toffes, pasas, etc, etc y etc. Los que la conocieron pueden dar fe de que esto es cierto.
Solo tuvo cachorritos una vez y fue todo un problema porque la tuvimos que llevar de emergencia al veterinario, habían nacido dos, el tercero estaba atorado y el cuarto estaba dentro y no podía salir, así que era un riesgo para todos. Solo mi tía Mariella pudo acercarse a ella para llevarla porque estaba de muy mal genio, yo ni acercarme. Se le tuvo que practicar una cesárea para solucionar el problema y los cuatro cachorros vivieron.
Teníamos que sacarla a pasear por lo menos 4 veces al día, mi mama se encargaba de eso cuando podía, sino la llevaba yo, pero mayormente pasaba el día en la casa de mis abuelos, ya que en ese tiempo ambos trabajábamos, era como llevar un hijo al colegio, todas las mañanas mi mama la llevaba antes de ir a trabajar y la recogía al salir de la oficina, solo faltaba preguntarle si había hecho sus tareas y revisar su cuaderno de cargo.
A veces los fines de semana cuando mi mama tenia que salir a comprar algo y ella se quedaba en la casa conmigo, ella se pasaba en un corre corre de un lado a otro buscándola, hasta que se cansaba y se daba por vencida, pero cuando escuchaba entrar el auto a la cochera o la alarma a lo lejos, se volvía loca de nuevo porque sabia que ya estaba de regreso, mi mama abría la puerta y eran unos llantos y unos saltos para que sea cargada, recién ahí se calmaba del todo.
Ya con el paso de los años, como todo ser vivo, empezó a tener los achaques de la edad, comenzó a perder pelo, a estar mas cansada y a quedarse cieguita poco a poco, a esta raza de perros les sale catarata en los ojos en edad adulta. Lamentablemente mi mama tuvo que tomar una decisión muy difícil y ponerla a dormir porque empezó a tener problemas en la cadera que comprometía las patas traseras, no aguantaba su peso y casi no podía moverse, era muy duro verla en ese estado. Ahora debe estar gozando de muy buena salud, correteando por todos lados y comiendo helado en el cielo de los perritos (como dice mi mama).
Siempre es triste perder a un miembro de la familia, sea quien sea, deja un vacío difícil de llenar, pero lo bueno es recordar los buenos momentos que se han tenido con ese miembro de la familia, Scarlett fue un Palacios más, tanto para mi mama, mis abuelos y para mi, la extrañaremos siempre y siempre estará con nosotros en nuestros corazones.
Mi mama puso este comentario en el FB hace tiempo, lo pongo acá para que forme parte de esta publicación.
ResponderEliminar"Gracias hijo por tan lindas palabras, aún ahora después de más de un año de su partida me cuesta ver su foto al costado de mi cama, pero si ella debe ser muy feliz en el cielo de los perritos y comerá todo el helado que quiera y por que no su wan tan con tamarindo"