domingo, 19 de mayo de 2013

Misma Ciudad, Diferentes Universos

Como puede ser posible que existan personas tan cercanas físicamente el uno del otro y sin embargo existan tantas diferencias entre ellos que es como si uno no existiera para el otro. 

Pensándolo un poco más, no es culpa de ninguno de los dos individuos, puede ser por un tema de crianza, diferentes padres o abuelos, situaciones económicas incomparables, hasta el entorno puede marcar de manera diferente a cada uno de nosotros. 

Esto lo comento porque no todos tenemos las misma suerte de contar con las mismas oportunidades, no me malinterpreten pero el simple hecho de que en una familia solo exista una parte de la misma, personas criadas solo por madres solteras o padres solteros, viudos o divorciados pueden inclinar la balanza de formas impensables. Yo por mi parte he tenido solamente a mi mama, pero en reemplazo de la figura paterna que no tuve tengo 3 tías, 1 tío y dos abuelos geniales, tanto así que parezco hijo de mis abuelos y mis tíos son como hermanos, yo jamás los he llamado "tío", todos por sus nombres propios, es una mala costumbre? no lo creo. 

Pero regresando al punto, ya que he tenido un padre menos, digamos que no he disfrutado de algunos beneficios que los hijos con padres completos han tenido, no tener a quien llevar a las actuaciones por el día del padre o cosas por el estilo, no voy a decir que mi mama no ha hecho todo lo posible por darme de todo, sacrificio total y priorización general de gastos para que no me falte nada, de eso puedo dar fe, pero obviamente quieres las cosas que los demás tienen, eso sucede cuando eres un chiquillo de primaria y lamentablemente miras y comparas todo. 

Digamos que el nivel comparativo para un chico de unos 8 años es normal, llega a un punto donde tú tienes digamos 4 o 5 figuras de He-Man y uno de tus amigos tiene el Castillo Greyskull, tú tienes 8 o 10 figuras de Star Wars y otro de tus amigos o el mismo tiene el Halcón Milenario y un AT-AT y cosas por el estilo. Ahora que uno es más grande, centrado y maduro se estrella con situaciones parecidas en las reuniones de los amigos, donde algunos comentan que fueron a Cieneguilla o a Lunahuana y otros te cuentan de su viaje a Egipto, Marruecos o Turquía, que tú te compraste un carrito de segunda, digamos un Hyundai o un Cherry QQ y el otro tiene un Porche Cayenne, un Audi o un BMW, en el fondo piensas lo mismo, no es la colección de He-Man, Star Wars o Gi-Joe pero siguen siendo juguetes a otro nivel. 

Todo eso puede llegar a convertirse en envidia enfermiza, comparando todo lo que los demás tienen y tú no, viendo como hay gente que disfruta de viajes a lugares que no conoces ni por referencia, utilizando autos de ultima generación, vistiendo ropa de marca y viviendo en casas que parecen castillos, todo metalizado, objetos que dan un nivel de status y que están hechos para ubicar al dueño en un ranking social donde demuestran su poderío a los demás y marcando esas diferencias econosociales existentes, por eso es que hay tanto clasismo entre nosotros, sin querer estamos valorizando a una persona, le damos un puntaje y vemos si nos conviene como un amigo, un conocido o no, es lamentable pero cierto. 

La verdad es que al final del túnel te vas con las manos vacías, todo se queda en el ámbito terrenal y te vas tal cual llegaste al mundo, sin nada, pero en el fondo, el único equipaje que llevas son tus logros, tus metas cumplidas y todo lo que has vivido. Como dice mi compañero Chane, el que tiene todo servido lo disfruta, es correcto, pero el que pelea para obtenerlo lo disfruta mucho más, te llena de orgullo y demuestra la capacidad que tienes para llegar hasta donde te lo propones. De repente no te tocara viajar a Marruecos o a China pero si puedes viajar a Brasil o a Argentina alégrate, si se puede bacán y sino igual, tienes que estar satisfecho por las cosas que has podido hacer, esforzarte por hacer otras cosas nuevas pero si por A o B motivos no lo logras no tienes que sentirte mal, quien sabe más adelante recibirás otro tipo de recompensa que te llene de alegría al mismo nivel o superior que el de tener un Audi.

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