Hace unas semanas aprovechando el feriado de fines de Agosto y por el constante reclamo de mí familia organicé junto con Mary un almuerzo parrillada familiar en el departamento para que los miembros de la familia que no lo conocían puedan visitarlo y verlo en vivo y en directo.
Es más que obvio que un almuerzo de esta envergadura no iba a ser sencillo, más aún porque mi familia es numerosa y en teoría iban a asistir todos sin excepciones, salvo mi tío Luis que lamentablemente está trabajando en provincia, pero por los demás íbamos a ser unos 15 personas en un departamento que ha demostrado tener suficiente espacio para poder recibirlos a todos.
Los preparativos se iniciaron días antes cuando fui con mi mamá para pedir el postre, parte importante para el almuerzo, también aprovechamos que mi concuñado es chef así que le pedimos los piqueos, unos tequeños y unos wantanes rellenos con pulpa de cangrejo, también nos preparó las brochetas de pollo para evitar la fatiga que tener que hacerlas nosotros, obviamente todo fue pre-pagado. Otra gran necesidad fue la de conectar la cocina, es decir, comprar el balón de gas y hacer la instalación, eso lo hicimos a principios de esa misma semana.
Lo otro que tuvimos que distribuir fue quien trae que, mi tía Mariella preparó el arroz, trajo algunas cosas extras para la parrilla, la parrilla con carbón (porque la mía es eléctrica) y una bebida espirituosa (así le dice ella al trago), mi mama nos ayudó con la chicha, la salsa de palta y las salsas picantes para el acompañamiento, mi abuela trajo los bien conocidos alfajores, que son lo máximo y no son aptos para negocio porque sale perdiendo, mi tía Ana trajo unas empanadas y unas papitas cocktail, mis primos cayeron con las gaseosas, el hielo. Lo que no vi fue quien trajo los chorizos y las salchichas, si trajeron algo mas no lo recuerdo.
Todos llegaron puntuales y recibieron el tour departamental donde les mostramos las instalaciones, todos contentos por el logro obtenido y luego de las felicitaciones del caso empezamos con la preparación de los alimentos. Hubo de todo para todos los gustos, gaseosas de todos los colores y comida a montones, como siempre en los almuerzos de familia queda comida así que nos quedamos aprovisionados por algunos días más.
Fue un almuerzo diferente porque fue el primer almuerzo familiar en el que soy el anfitrión y que pone la casa, se sintió raro, un poco de nervios de primerizo pero al final bastante bien, total, es mi familia, sé que nunca me van a poner en aprietos y que siempre me van a apoyar en lo que buenamente se pueda, así que en resumidas cuentas quedamos todos satisfechos y muy contentos. Sé que no será la última porque han amenazado en visitarme de nuevo, ahora que ya saben cómo llegar, de las futuras visitas no me salvo.
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