lunes, 15 de octubre de 2012

El miembro fantasma

Ahora que soy asiduo a las visitas a la clínica San Borja por el tema de mis terapias por el túnel carpiano, uno aprende de todo un poco solo conversando con los terapistas y las enfermeras. He logrado ver casos diversos de tratamiento para todo tipo de dolencias, los más comunes son musculares por algún estiramiento o accidente hasta terapias de recuperación por algún tipo de parálisis. Hay un paciente que ha tenido parálisis facial y lo están ayudando a recuperar la movilidad de su rostro haciendo muecas. 

Lo que más llamo mi atención, un paciente con el que comparto la sala de terapias de manos tuvo un accidente en la empresa para la que labora y casi pierde el brazo derecho. El me comentaba de un caso similar de un compañero de estudios que efectivamente perdió un brazo, pero que estaba tranquilo y que asistía a sus terapias como cualquier otro paciente. Justamente este chico me comentaba que su amigo a pesar de haber perdido el brazo seguía sintiendo como si estuviera aun ahí. El terapista y la enfermera que nos atendían en ese momento nos comentaron que ese era un síndrome muy común llamado el síndrome del miembro fantasma. 


En un castellano simple, es la percepción de sensaciones de que un miembro amputado todavía está conectado al cuerpo y está funcionando con el resto, es decir, como si al cuerpo humano no le faltara nada. Por lo que he leído antiguamente se solía creer que esto se debía a que el cerebro seguía recibiendo mensajes de los nervios que originalmente llevaban los impulsos desde el miembro perdido. Sin embargo, la explicación más aceptada por la medicina hoy en día consiste en que el cerebro sigue teniendo un área dedicada al miembro amputado, por lo que el paciente sigue sintiéndolo. Es ante la ausencia de estímulos de entrada que corrijan el estado del miembro, el área afectada genera por su cuenta las sensaciones que considera coherentes. Esta área sin función tras la amputación puede ser invadida por áreas vecinas con lo que utiliza sensaciones de otras partes del cuerpo para disparar las sensaciones del miembro amputado. 

Entre el 50 y 80 por ciento de las personas que han sufrido una amputación experimentan estas sensaciones fantasmas y la mayoría de estas personas dice que las sensaciones son dolorosas. Las sensaciones fantasmas también puede ocurrir después de quitarse otras partes del cuerpo y no necesariamente un miembro, por ejemplo después de quitarse un seno, un diente (dolor del diente fantasma), o un ojo (síndrome del ojo fantasma). 

Creo que a nadie le gustaría nunca perder una parte de su cuerpo y por las personas que he visto a lo largo de estos primeros ocho días de terapia, hay gente que lucha contra eso y asiste religiosamente al tratamiento aunque sean semanas o meses.

Uno de los mejores ejemplos de fuerza de voluntad es el del corredor que estuvo en la ultima olimpiada corriendo con sus dos prótesis en las piernas, su nombre es Oscar Pistorius. El demostró el famoso "si se puede" y que no hay limite alguno para una persona con alguna deficiencia física.

La fuerza de voluntad nunca se pierde.

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